Uno de los factores que más influyen en el precio de un viaje es la estacionalidad. Elegir bien cuándo comprar y viajar puede significar la diferencia entre pagar el doble o ahorrar hasta un 40% del presupuesto. Todo depende de cómo estructures tu presupuesto, qué destinos elijas y qué herramientas uses para optimizar costos. Aquí te contamos cómo lograrlo sin necesidad de incrementar tus gastos.

📅 Temporada alta vs. temporada baja
- Temporada alta: vacaciones escolares (julio, agosto, diciembre, Semana Santa). Alta demanda = precios elevados.
- Temporada baja: septiembre a noviembre y enero a marzo (excepto festivos). Los precios bajan por menor afluencia de turistas.
👉 Ejemplo: un vuelo CDMX–Cancún en julio puede costar $3,500, mientras que en octubre baja a $1,200.
⏰ El momento ideal para reservar
- Vuelos nacionales: de 1 a 2 meses antes del viaje.
- Vuelos internacionales: entre 3 y 6 meses antes.
- Hoteles: reservar con 2 a 3 meses de anticipación es lo más recomendable para obtener buenas tarifas.


💡 Estrategias prácticas para ahorrar
- Flexibilidad en días de salida: martes y miércoles suelen ser más baratos que viernes o domingo.
- Combina temporadas: si planeas dos viajes grandes, haz uno en temporada alta y otro en baja, equilibrando costos.
- Viaja fuera de fechas obvias: evita puentes y feriados nacionales; los precios se disparan.
- Complementa con membresías: si ya cuentas con una, úsalas en temporada baja: tendrás más disponibilidad y mejores tarifas.
🌍 Beneficios adicionales de viajar en baja
Mejor atención al cliente, sin saturación.
Menos turistas = experiencias más tranquilas.
Mayor disponibilidad en hoteles y actividades.
📌 Conclusión
La estacionalidad puede jugar a tu favor si la entiendes como una herramienta de estrategia, no como un obstáculo. Viajar más barato no significa viajar peor: significa elegir el momento correcto.
Antes de reservar tu próximo viaje, revisa si estás eligiendo temporada alta. Ajusta fechas unos días o semanas y descubre cuánto puedes ahorrar.